El sistema calcinador es un componente importante e integral de un sistema de horno rotatorio para optimizar la combustión de combustibles para liberar calor en el horno. Las consideraciones de seguridad, la facilidad y flexibilidad de operación, la calidad del producto, la eficiencia energética, los costos de mantenimiento y el impacto ambiental de los productos de combustión son algunas de las áreas más críticas que un operador de horno debe evaluar al seleccionar un horno calcinador.
Metso Outotec, con más de medio siglo de experiencia en el diseño y fabricación de sistemas de procesamiento térmico basados en hornos rotatorios, tiene la experiencia técnica y la capacidad para proporcionar a los operadores de hornos rotatorios un sistema de hornos calcinadores que mejor se adapte a sus requisitos. Desde 1950, Metso Outotec ha diseñado y suministrado con éxito más de 300 sistemas de calcinadores.
En Metso Outotec tenemos experiencia con muchos combustibles diferentes, incluidos combustibles convencionales como carbón, coque, gas y petróleo, y combustibles no convencionales como COG (gas de horno de coque), aserrín, neumáticos, biocombustibles y otros combustibles alternativos. Diferentes tipos y calidades de combustibles pueden causar diferentes perfiles de temperatura dentro de un horno rotatorio, lo que provocará cambios en las operaciones.
El contenido de oxígeno del calcinador y del sistema de proceso puede afectar la calidad del producto y el consumo de energía; controlarlo, por tanto, tiene grandes ventajas económicas. El aire se suele utilizar como agente oxidante, pero en algunas aplicaciones se introduce oxígeno purificado para reducir los flujos de gas, reducir la generación de óxido de nitrógeno y/u obtener temperaturas más altas. Cuando se mezcla la cantidad exacta de aire con un combustible para oxidar completamente las especies de hidrocarburos presentes, se denomina combustión estequiométrica. La mayoría de las plantas que queman combustible tienen como objetivo una tasa de exceso de aire del 0,5% hasta un 5% por encima de las condiciones estequiométricas. Cuanto menor sea el exceso de contenido de oxígeno, menos gases se enviarán a través del sistema y, por lo tanto, los equipos de manejo de gases posteriores serán más eficientes. Desafortunadamente, no todos los combustibles pueden quemarse a un nivel de oxígeno tan bajo y, en algunas aplicaciones, el exceso de aire puede actuar como un beneficio para el sistema en general.