Los chips de neumáticos triturados y lavados, de aproximadamente dos pulgadas por dos pulgadas, se reciben en la instalación de reciclaje. Los chips se alimentan a un horno rotatorio indirecto utilizando transportadores especiales y sellos de aire.
En el horno indirecto se lleva a cabo la reacción de pirólisis y los chips pasan por tres etapas dentro del horno. Primero, la goma se vuelve quebradiza y se separa del acero (lo llamamos goma carbonizada). En la segunda etapa, el aceite y el gas se extraen de la goma carbonizada y se barren del horno. En la última etapa de pirólisis del neumático, el carbón se procesa completamente en una sustancia similar al negro de carbón y se separa de los alambres de acero.
El carbón se envía a través de un procesador Holo-Flite® (para enfriarlo) y luego se envía a un sistema de molienda, peletización y ensacado donde se empaqueta para su transporte.
El acero se enfría y los alambres de acero se compactan y se ponen a disposición para su transporte a un reciclador de acero o un horno de procesamiento de acero.
El gas residual del horno se extrae a través del sistema de condensador de dos etapas patentado por Metso donde se extrae el aceite. Este aceite recuperado es muy similar al combustible diesel en viscosidad, poder calorífico y otros parámetros de calidad, excepto que tiene un contenido de azufre significativamente más alto y un punto de inflamación más bajo. Este aceite de pirólisis podría ser utilizado por cualquier industria que actualmente queme aceites con mayor contenido de azufre, como los fuelóleos del número 4 al 6, o se puede refinar aún más para eliminar los compuestos de azufre.
Además, existe una corriente de gas de escape de pirólisis de aceite no condensable que puede usarse como gas combustible de proceso para equipos industriales o puede quemarse en una caldera y usarse para generar vapor (para calefacción o generación de energía).
